Hola, ¿Cómo están? Yo estoy muy muy contenta, porque al fin he sido adoptada por una familia estupenda. Ahora vivo con ella en su casa, y la quiero muchísimo.
Mi nombre es Neia y hasta hace pocos días era una perra abandonada que buscaba un hogar. Bueno, antes de contarles cómo fui adoptada, me gustaría que conocieran mi historia.
Una navidad abandonaron a mi mamá. La familia con la que vivía se mudaba de casa, y no quiso llevársela, así que la dejaron en la calle.
Por suerte, muchas personas del barrio conocían a mi madre, y le daban agua y comida. ¡Incluso le construyeron un pequeño refugio para que pudiera protegerse del frío!
Así fue como mi madre sobrevivió. Tiempo después, nacimos mis dos hermanas y yo.
Pasamos muchos días en aquel refugio, pero la vida no era nada fácil: hacía mucho frío y mi madre no encontraba comida suficiente para poder alimentarnos a las tres…
Por suerte, un día, aparecieron unos voluntarios de la asociación Patitas para rescatarnos de nuestra difícil situación.
Nos llevaron a una pequeña granja donde había muchos perros. Los voluntarios los alimentaban a todos… ¡Eran las personas más generosas que había conocido!
Allí nos pusieron vacunas, nos cuidaron y nos inscribieron en una lista en su página web para ser adoptados.
Un mes después, mis dos hermanas y mi mamá fueron adoptadas. Hace pocos días, una familia maravillosa me escogió a mí como compañera para vivir con ella en su hogar.
Mi sueño se ha hecho realidad. ¿No es genial?