Mantén
limpio tu
cuerpo.
Lávate las
manos
cuando sea
necesario.
Cepíllate los
dientes
después de
cada comida.
Cuida tus ojos
y tus oídos.
Viste con ropa
adecuada y
limpia.
Lava los
alimentos
frescos
antes de
consumirlos.
Es importante tener la piel limpia, porque es la barrera que impide el paso de los microorganismos a nuestro cuerpo.
Para mantener la salud de la piel y el cabello, hay que ducharse todos los dias con agua y jabón, sobre todo si has hecho deporte o jugado al aire libre y has sudado.
Después de la ducha, seca bien todas las partes de tu cuerpo.
Además, tienes que estar atento a tu cabeza; si te pica, tal vez podrías tener esos incomodos párasitos llamados piojos.
Si es así, no te preocupes, no pasa nada; solo hay que usar una loción o un champú para eliminarlos.
Las manos sucias son una fuente de microbios que pueden transmitir enfermedades; por eso, es muy importante tenerlas siempre limpias.
Lávate las manos frecuentemente con agua y jabón, sobre todo antes de comer o manipular alimentos y después de salir del baño.
No descuides tus uñas, mantenlas cortas y limpias.
Y no olvides tus pies: tienen que estar limpios y secos para evitar infecciones por hongos y malos olores.
Una correcta higiene bucal es imprescindible para evitar las caries e infecciones en las encias.
Cepíllate los dientes correctamente después de cada comida y especialmente antes de dormir. Es importante no dejar ningún espacio por cepillar.
Limpia también tu lengua para dejar la boca perfecta.
Recuerda que el cepillo de dientes es personal, y que lo debes mantener limpio y cambiarlo con frecuencia.
No olvides tus citas con el dentista: es el especialista que comprobará que todo está correcto en tu boca.
A veces, se nos olvida lo importante que son nuestros ojos.
Protege tus ojos de la radición solar; lee con la iluminación adecuada; no juegues ni leas en pantallas sin los filtros necesarios y no pases demasiado tiempo frente a estas: descansa de vez en cuando.
Si no ves correctamente, tienes que acudir al oculista.
Y por último, si tienes alguna infección, como conjuntivitis, recuerda que puede ser contagiosa; no compartas objetos, como pañuelos, que hayan estado en contacto con los pelillos, bastoncillos de algodón u otros.
En los oídos, no debes introducir objetos, ya que podrías dañar el conducto auditivo o el tímpano y, además, facilitar la formación de tapones.
Si escuchas música con auriculares, no pongas el volumen demasiado alto: puede ser peligroso.
¿Qué tiempo hace hoy? ¿Qué actividad voy a realizar? No te vestirás igual si hace frío que si hace calor o llueve; tampoco si vas a ir al cine, a hacer deporte o de excursión.
Elige la ropa adecuada a cada situación. Si hace mucho frío, no salgas a la calle sin abrigarte; si llueve, no olvides tu impermeable; y si hace mucho calor, ponte ropa fresca y amplia, y no olvides la crema protectora, una gorra y las gafas de sol.
Elige siempre ropa cómoda, no demasiado ajustada, y, de ser posible, de materiales naturales que permitan la transpiración de tu piel.
Lleva ropa limpia y cambia tu ropa interior todos los días.
Los alimentos que vas a consumir tienen que estar bien limpios y en buenas condiciones de conservación.
Tan solo tienes que seguir tres consejos sencillos:
- Lava siempre las frutas y las verduras frescas antes de consumirlas, sobre todo si las vas a comer crudas.
- Si comes alimentos envasados, mira siempre la fecha de consumo preferente y de caducidad. Si están caducados, no los debes consumir.
- Si la comida no huele bien, no la comas: podría estar en mal estado.
Responde las siguientes preguntas: