Los accidentes son sucesos que ocurren de forma repentina e involuntaria, que ponen en riesgo nuestra salud y pueden generar daños o lesiones.
Algunos ejemplos de accidentes que podemos tener son cortes, quemaduras o insolaciones.
Evita los juegos que puedan tener como consecuencias caídas o golpes.
No tomes nunca medicamentos que no te haya recetado el médico ni sin la supervisión de un adulto.
No utilices nunca aparatos eléctricos con los pies descalzos, las manos húmedas ni cerca del agua.
Ten mucho cuidado con objetos cortantes o afilados. No los utilices nunca sin la supervisión de un adulto.
No te acerques demasiado a fuentes de calor, como cocinas, radiadores o estufas; podrías quemarte.
Si hay niños pequeños en casa los enchufes tienen que estar protegidos.
Comprueba que el suelo de la casa está seco para evitar resbalar.
Utiliza el cinturón de seguridad y los asientos adecuados a tu edad.
Caminar por las aceras y sin correr.
Utiliza el crucero peatonal para cruzar la pista. Si el crucero peatonal está regulado por semáforos, respétalos siempre y cruza solo cuando esté en verde para los peatones.
Con bicicleta, patinetas o patines, usa siempre el casco y las protecciones adecuadas, y respeta las normas de circulación.
Utiliza con prudencia los columpios y espacios de juego en los patios.
No corras por los espacios comunes, como clases y pasillos.
Sube y baja ordenadamente por las escaleras, despacio y sin empujar.
