En las radiografías, los huesos aparecen de color blanco; mientras que los músculos, los órganos y la grasa se ven en tonos grises.
Cuando se produce la rotura de un hueso, en la radiografía, se verá un espacio de color gris que corresponderá con el hueco que ha quedado entre los dos fragmentos de hueso.
Consigue una radiografía. Puedes utilizar una que te hayan hecho a ti o la de alguna persona que conozcas.
Es mejor que elijas una muy sencilla para que sea más fácil estudiarla.
1.Apóyala sobre una ventana y tendrás un efecto similar al que se consigue con la mesa de luz que utilizan los médicos.
2.Sujétala con cinta adhesiva al vidrio de la ventana para que no se mueva; así podrás observarla mejor.
3.Observa el contraste entre las zonas oscuras y las claras, e identifica los huesos.
Responde las siguientes preguntas: