Las grasas nos proporcionan mucha energía.
Sin embargo, no conviene abusar de los alimentos con mucha grasa.
El aceite de oliva y el girasol son grasas de origen vegetal.
Hay otros alimentos con grasa de origen animal.
Los pasteles, las galletas o las patatas fritas nos aportan un exceso de grasa.
Estos alimentos no son esenciales; es decir, podemos vivir sin comerlos.
Además, si los consumimos en exceso, pueden provocarnos obesidad.
Por ello, procuremos comer estos alimentos ocasionalmente.
Las proteínas las encontramos principalmente en la carne, el pescado, los huevos y las legumbres.
Las proteínas nos ayudan a crecer y a reparar nuestro cuerpo.
Además, son fundamentales para mantener fuertes nuestros músculos.
Las vitaminas y las sales minerales nos ayudan a estar sanos.
Las sales minerales, como el calcio, son importantes para nuestro crecimiento.
Las verduras y las frutas son las principales fuentes de vitaminas y sales minerales, y, además, contienen fibra.
Los hidratos de carbono son los nutrientes más importantes de nuestra dieta.
Cuanto más ejercicio realices, más cantidad vas a necesitar.
Muchos de los alimentos ricos en hidratos de carbono nos aportan también fibra.
Los encontramos en muchas comidas habituales, como el pan, el arroz, la pasta, las patatas o las legumbres.
Algunos alimentos ricos en hidratos de carbono tienen sabor dulce.
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