La leche y todos los productos lácteos nos aportan el calcio necesario para el fortalecimiento del sistema óseo. Además, en la leche, se encuentra también la vitamina D, que fija el calcio a los huesos.
La fruta nos aporta vitaminas necesarias para que nuestro cuerpo funcione correctamente.
El sándwich nos aporta las proteínas del jamón y la energía de los cereales.
Debemos consumir verduras todos los días en el almuerzo y en la cena. La verdura nos proporciona vitaminas y sales minerales.
Las proteínas que nos aporta la carne son necesarias, por ejemplo, para el desarrollo del sistema muscular.
En la comida, no deben faltar las vitaminas que nos aporta la fruta. Lo más aconsejable es comer dos o tres porciones de fruta al día.
En los cereales con los que está hecha la pasta, se encuentra la glucosa. La glucosa es un azúcar que nos aporta energía y es necesaria para que el cerebro funcione correctamente.
Los cereales con los que está hecho el pan nos dan energía; el queso nos aporta el calcio, y la verdura, vitaminas y sales minerales.
Una manzana a media tarde es una opción muy sana y rica en vitaminas.
Las papas fritas tienen demasiada grasa. Hay que comerlas con moderación.
La gaseosa y la torta de chocolate tienen demasiada azúcar. Es recomendable consumirlos en pequeñas cantidades y de manera ocasional.
La pizza suele tener mucha grasa, por lo que no conviene consumir más de una porción.
¿Por qué y cómo conservar los alimentos?
Los alimentos que consumimos deben estar en buen estado. Para conservarlos durante mucho tiempo en buenas condiciones, se utilizan métodos de conservación como el calor, el frío o los conservantes
Conservación por calor
Al calentar los alimentos a una determinada temperatura, se eliminan muchos gérmenes
contaminantes que podrían estropearlos.
Así se conservan alimentos como la leche, los jugos de fruta, y las conservas en lata y en envases de vidrio.
Conservación por frío
Los alimentos se pueden refrigerar, es decir, mantener en el frigorífico, o congelar en el
congelador. Los alimentos congelados duran mucho tiempo, pero, una vez descongelados, hay que consumirlos cuanto
antes.
La conservación en frío se utiliza en una gran variedad de alimentos, sobre todo para la carne y el pescado
frescos.
Conservación por deshidratación
Deshidratar un alimento consiste en eliminar o reducir al máximo el agua que contiene. Al
eliminar el agua, se impide que crezcan los gérmenes que podrían estropear el alimento.
Este método se aplica, por ejemplo, en frutos como los higos, las pasas y los guindones, y en algunas carnes.
Adición de conservantes
Los conservantes son sustancias que se añaden a algunos alimentos para evitar que se
estropeen. La sal, el azúcar y el vinagre son algunos conservantes.
La sal se utiliza, por ejemplo, para conservar algunos pescados, como el bacalao y las anchoas; el azúcar, para
elaborar conservas como las mermeladas de frutas; y el vinagre, para los encurtidos y los escabeches.
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