Para mantener un buen estado de salud, conviene adquirir unos hábitos saludables.
El cuerpo necesita descansar todos los días para reponer fuerzas y mantener el sistema nervioso en buen estado.
Es necesario dormir unas nueve horas diarias para que, al día siguiente, el cerebro esté descansado y funcione mejor.
Una alimentación suficiente y variada, en la que no falte ningún nutriente importante, es fundamental para mantener un estado de salud satisfactorio.
En la época de crecimiento, no pueden faltar el calcio y el fósforo, necesarios para el desarrollo del sistema óseo; tampoco la vitamina D, que permite que el calcio se fije a los huesos.
Para mantener una buena salud, es importante estar atentos a nuestra higiene personal.
Debemos estar siempre aseados, con las manos limpias, las uñas bien cortadas; cepillarnos los dientes después de cada comida, y llevar la ropa limpia.
Recuerda, también, tener limpias a tus mascotas; lavar bien las frutas y verduras antes de consumirlas; y acudir al médico si no te encuentras bien y para realizar las revisiones necesarias.
El ejercicio físico mantiene en buena forma el aparato locomotor y el sistema nervioso. Además, nos hace estar más felices y activos, y ser más sociables.
Es importante iniciarlo con calentamientos y estiramientos para evitar lesiones.
Mantener una postura adecuada en cada situación previene lesiones o deformaciones en la espalda.
Cuando te sientas para realizar tus trabajos en casa o en el colegio, hazlo con una postura correcta.
Para que el sistema nervioso funcione correctamente, necesitamos un tiempo de ocio de vez en cuando.
Compartir juegos y conversaciones con nuestros amigos nos ayuda a estar más alegres y disfrutar de mejor salud.
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